No vendemos cursos, no enseñamos, entrenamos. Las habilidades no se pueden aprender, se tienen que entrenar. No podemos aprender a ser conviencentes, transmitir autoridad, manejar correctamente la tensión, afrontar situaciones difíciles, improvisar soluciones... pero sí nos podemos entrenar para realizar correctamente estas y otras tareas relacionadas con la habilidad de los profesionales.
Soluciones reales y comprobables. La formación debe contar con indicadores concretos que indiquen el progreso de los participantes.
Mayor grado de implicación de los asistentes que en una formación convencional.
Única vía para el cambio de actitudes y hábitos en los profesionales de su empresa. Nos enfrentamos a algo realmente complejo: provocar cambios. Las rutinas de las empresas hacen que los profesionales pierdan la motivación y la fuerza para la venta. El entrenamiento busca subir a estos profesionales dotándoles de herramientas para ello.
"YA NO SE TRABAJA CON CURSOS APRENDIENDO CONCEPTOS, SE ENTRENAN HABILIDADES"
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